Por: Luis Palos
Llega junio y el mundo se pinta de todos los colores del arcoíris, recordando una lucha que aún no termina, pero que empieza a dar algunos frutos. Se siente una energía distinta en el aire. No es sólo la emoción de las celebraciones o los desfiles llenos de colores. Es algo más profundo. Es la memoria de quienes abrieron camino, la voz de quienes seguimos luchando por derechos, y la alegría de poder existir, amar y ser, sin miedo.
Y sí, también es una oportunidad maravillosa para salir a la calle, encontrarnos y decir: «aquí estamos, aquí seguimos y no pensamos irnos a ningún otro lugar». En México, afortunadamente, tenemos varios rincones donde el Pride se celebra en grande. Hoy quiero contarte de tres lugares que vibran especialmente fuerte durante este mes, por si estás buscando sumarte a la fiesta y a la causa.
Ciudad de México, 28 de junio
La capital del país no se queda atrás. Aquí se lleva a cabo una de las marchas del orgullo más grandes del mundo. Todo comienza en el Ángel de la Independencia y avanza por Paseo de la Reforma y Avenida Juárez, hasta llegar al Zócalo, donde la fiesta se transforma en un gran cierre con música, baile y discursos. Lo mágico de esta ciudad es que durante todo el mes puedes encontrar exposiciones, cine, fiestas, foros y más. Cada espacio se llena de vida y diversidad, recordándonos que lo personal también es político y que cada paso que damos lo damos en nombre del amor y la libertad.
Algunos lugares en los que podrás disfrutar de eventos especiales durante este mes, y en algunos casos durante todo el año, porque existimos siempre, son Casa La Moira, Somos Voces, la Cineteca Nacional, entre otros espacios que abren sus puertas a la diversidad, el arte y la reflexión.
Por otro lado, si lo que buscas es una experiencia más crítica y profundamente política, ese mismo día, a las 10 a. m., partirá desde Metro Auditorio la Contra Marcha de la Rabia. Esta iniciativa se aleja del ambiente que, muchas veces, ha sido aprovechado por marcas o personas ajenas al colectivo, y propone una visión más combativa y consciente del Pride. En esta marcha se lanza un llamado claro a denunciar actos de colonización y genocidios en otras partes del mundo, como en Gaza, y a generar una reflexión profunda sobre el racismo, la misoginia y, por supuesto, la LGBTTTIQ+ fobia. Es una invitación a no olvidar que el orgullo también es lucha, memoria y resistencia.
Guadalajara, 14 de junio
Quizá creas que ya vas un poco tarde para este destino, pero recuerda que la marcha no es lo único importante del mes del Pride. La Perla Tapatía no se queda atrás a la Ciudad de México y cada año ofrece una programación cultural riquísima en torno al Pride. Desde proyecciones de películas hasta charlas y exposiciones, aquí el enfoque no es solo la celebración, sino también la reflexión y el diálogo.
Un evento imperdible es el Festival Andrógina, impulsado por el Museo Cabañas, que promueve los derechos de la comunidad desde un enfoque artístico. La edición 2025, que tiene lugar del 14 de junio al 30 de julio, se titula «Performar la identidad» y busca explorar la propia identidad y la diversidad de género.
Por otro lado, puede que hayas escuchado de las polémicas con respecto a la marcha y la forma en que muchas personas buscan lucrar con ella, aunque por suerte muchas figuras públicas alzaron la voz y esta clase de acciones pueden ser terminadas. No olvides que es importante mantenerse siempre alerta, pues la lucha no termina.
Oaxaca, 21 de junio
Este lugar es simplemente único. La Marcha Caravana por el Orgullo LGBT CDOAX 2025 está cerca. Aquí no sólo se celebra el orgullo LGBTTTIQ+, sino que se reconoce y honra a la comunidad muxe, parte integral de la cultura indígena zapoteca, conocida como un tercer género dentro de su nación.
Oaxaca te ofrece una mezcla espectacular de cultura, gastronomía, tradición y diversidad. Puedes disfrutar de actividades artísticas, conocer los bares queer más acogedores, perderte entre artesanías y sumarte a una fiesta que no solo es colorida, sino profundamente significativa.
¿Y por qué todo esto importa?
Porque el Pride no es sólo una fiesta, es historia. Es resistencia. Es amor por quienes ya no están y esperanza para quienes apenas comienzan a descubrirse. Celebrar en estos espacios es una forma de abrazarnos como comunidad, de recordar lo lejos que hemos llegado y lo que aún queda por construir.
Así que si estás buscando dónde vivir el orgullo de forma intensa y significativa, cualquiera de estos destinos te recibirá con los brazos abiertos. Pero más allá del lugar, lo importante es que nunca dejemos de marchar, de celebrar y de luchar por el derecho de ser quien somos y cuestionarnos todo lo que sucede a nuestro alrededor.